Se realiza el diseño de un isotipo (imagen y texto unificados) con fondo blanco y letras negras o, o bien, gris oscuro casi negro. La razón es que la Frutería se ubica en el casco histórico de Teror y la normativa urbanística recoge la protección de la estética ambiental. Para ello, la cartelería de los locales comerciales deben ser sobrios y en ningún caso competir con la arquitectura y el entorno.
Para el naming del local, gestionamos con el cliente posibles nombre. Por tratarse de un negocio familiar y además, aprendido de su padre decidimos escoger el apellido paterno.
En el interior de la frutería, la principal aportación consiste en el aprovechamiento de la localización del local. El mismo se ubica en una esquina con muchas superficies acristaladas. Las mismas, estaban tapadas en el anterior negocio y la primera propuesta es abrirnos visualmente a la calle y hacer de esos espacios escaparates. Se ubican cortinas en las mismas como sistema de control solar para la protección de los productos alimenticios a elevada exposición solar durante muchas horas.
El resultado no sólo es un mejor aprovechamiento del local sino es incluso una mejora para la calle, aportando valor a la misma por el orden, limpieza e imagen que generan los escaparates de la Frutería Viera en Teror.