Redacta . Beatriz Martín del Toro
Arquitecta . Ingeniera técnica en Diseño Industrial . icerte.com.es
Contacto . beatriz.deltoro@icerte.com.es
Birmingham es la segunda ciudad de Inglaterra, después de Londres. Londres tiene casi 8 millones de habitantes y Birmingham en torno a un millón. Por tanto, aunque es la segunda ciudad de Inglaterra, es un pueblo si lo comparamos con Londres. Inglaterra es un país con un gran centro neurálgico, su capital, y lo demás, tiene mucha menor relevancia si lo comparamos con la capital.
Lo primero que sorprende es la estación de tren con una impresionante cubierta, captadora de luz solar, vertebrada y con una estructura con movimiento que no deja indiferente a nadie.
Los edificios de piedra, principalmente son grandes brújulas. De la misma forma que, paseando por la ría de Bilbao puedes saber donde está el norte y el sur, por el musgo sobre los árboles; en Birmingham serán los edificios de piedra los que te lo cuenten, entre otros.
Arte callejero y barrios alternativos puedes encontrarlos cerca de una gran masa de tejido industrial. universidades privadas y centros formativos, workshops y espacios para trabajar como colectivo que comparte herramientas de diseño. Exposiciones, bares de copas y mucha tienda de arte; incluso de macs antiguos que alguien llamaría ‘vintage’.
Bajos comerciales con salas de exposiciones y un gran piano que mira al patio de luces del edificio por una cúpula. Muchos rincones hacen grandes esfuerzos por captar la luz del sol, un bien muy limitado en esta ciudad. Junto a este rincón, ‘the clean kilo’, un supermercado de venta a granel, premiado por la iniciativa y el desarrollo.
Pequeños balcones flotan de las fachadas, cerca de las naves industriales donde confluyen: arte, grafitis y pubs de copas.
A estos barrios llegas desde el principal área comercial de la ciudad. Para ello, pasa por el centro comercial diseñado por Ben Van Berkel. Junto a él, grandes plazas, calles comerciales y mucha área de esparcimiento, incluso el mercado de verduras. Este lugar es el verdadero centro de la ciudad. Al otro lado el área de los museos y con él la parte antigua de Birmingham, rodeado por un área moderno y financiero, lleno de oficinas que podrás visitar con un ‘appointment’
Mucho lujo y dinero en algunos barrios de la ciudad. Calles dedicadas a la venta de joyas y diamantes, y muchos más. Además se puede pasear por un área de canales que recuerda a Holanda o por el barrio asiático.
La biblioteca de Birmingham, con sus famosas, curvas y enrevesadas escaleras que hace que bien merezca una visita al edificio. Sin lugar a dudas, un espacio completo, bien distribuido y muy concurrido donde pasar el tiempo, como turista y mucho más como habitante de la ciudad.
Si pudiese nombrar las dos cosas que más me gustaron de Birmingham, son:
-Por un lado, la elegancia que domina en la mayoría de restaurantes, bares e incluso oficinas. Birmingham es muy elegante, en general, aunque también tiene un lado alternativo.
– Por otro lado, los semáforos. Creo que esto debemos importarlo a España ¡hoy mismo! El número de semáforos que funcionan por solicitud es elevadísimo. De este modo, el peatón pasea tranquilamente hasta que quiere cruzar y lo hace justo en el momento que lo necesita, tras pulsar un botón. En cosa de un minuto todos los coches se han detenido, y cruza despreocupadamente (en ese momento te sientes como la reina de Inglaterra).
Al mismo tiempo, mientras no hay peatones necesitando cruzar las vías, los coches continúan circulando sin parar; en mi opinión esto optimiza el funcionamiento y los tiempos de toda la ciudad pero aporta algo mucho más importante que eso: felicidad. Felicidad a los conductores y a los peatones. Felicidad a la población. Todos invierten el tiempo mínimo en sus recorridos.
Admirable, Birmingham 🙂 ¡Copiemos hoy mismo en España!
Birmingham is the second city of England, after London. London has almost 8 million inhabitants and Birmingham around one million. Therefore, although it is the second city of England, it is a town if we compare it with London. England is a country with a big neuralgic center, its capital, and the rest has much less relevance if we compare it with London.
The first thing that surprises us is the train station with an impressive roof, capturing sunlight, vertebrate and with a structure with movement that does not leave anyone indifferent.
The stone buildings, mainly are great compasses. In the same way that, walking by the estuary of Bilbao you can know where is the north and the south, by the moss on the trees; in Birmingham will be the stone buildings those that tell you, among others.
Street art and alternative neighborhoods can be found near a large mass of industrial fabric. Private universities and training centers, workshops and spaces to work as a collective that shares design tools. Exhibitions, cocktail bars and lots of art stores; even antique macs that someone would call ‘vintage’.
Commercial basses with exhibition rooms and a large piano that looks out over the building’s courtyard through a dome. Many corners make great efforts to capture sunlight, a very limited commodity in this city. Next to this corner, ‘the clean kilo’, a supermarket selling in bulk, awarded for initiative and development.
Small balconies float from the facades, near the industrial buildings where they converge: art, graffiti and pubs of glasses.
These neighborhoods are reached from the main commercial area of the city. To do this, you pass through the shopping center designed by Ben Van Berkel. Next to it, big squares, commercial streets and a lot of leisure area, including the vegetable market. This place is the real center of the city. On the other side the museum area and with it the old part of Birmingham, surrounded by a modern and financial area, full of offices that you can visit with an ‘appointment’.
A lot of luxury and money in some neighborhoods of the city. Streets dedicated to the sale of jewelry and diamonds, and many more. You can also walk through an area of canals reminiscent of Holland or the Asian quarter.
The Birmingham library, with its famous, curved and convoluted stairs that make it well worth a visit to the building. Without a doubt, a complete space, well distributed and very crowded where you can spend your time, as a tourist and much more as an inhabitant of the city.
If I could name the two things I liked most about Birmingham, they are:
-On the one hand, the elegance that dominates most restaurants, bars and even offices. Birmingham is very elegant, in general, although it also has an alternative side.
– On the other hand, the traffic lights. I think we should import this to Spain today! The number of traffic lights that work on demand is very high. In this way, the pedestrian walks calmly until he wants to cross and does it just when he needs to, after pressing a button. In about one minute all the cars have stopped, and he crosses carelessly (at that moment you feel like the queen of England).
At the same time, while there are no pedestrians needing to cross the tracks, the cars continue to circulate without stopping; in my opinion this optimizes the functioning and the times of the whole city but brings something much more important than that: happiness. Happiness for drivers and pedestrians. Happiness to the population. Everyone invests the minimum time in their journeys.
Admirable, Birmingham 🙂 Let’s copy today in Spain!
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